'Colosio: El asesinato' (2012)
y el presidencialismo priista


En un país tan presidencialista como México, el asesinato de Luis Donaldo Colosio en Tijuana (que esta tarde cumple 27 años) ha sido uno de los sucesos más inquietantes de la política nacional. Hace dos años Netflix estrenó una serie sobre el magnicidio, pero antes de eso estuvo el caso fílmico de 'Colosio: El asesinato', de Carlos Bolado. Estrenada un mes antes de las elecciones de 2012, con financiamiento irregular del gobierno panista y sobre un suceso incómodo al priismo, la película de Bolado parecería un claro ataque mediático contra el PRI, que amenazaba con volver a la presidencia. Sobre todo cuando nos enteramos (spoilers) que el argumento concluye con la popular hipótesis del crimen de estado. Sin embargo, precisamente por eso sorprende tanto que, al revisar sus decisiones narrativas y formales, nos encontremos con una película fascinada e identificada con el mismo presidencialismo priista que pretendía criticar.

Ese es el argumento que defiendo en el artículo que me aceptaron en 'A la sobra de los caudillos', la compilación que coordinó Álvaro A. Fernández y Ánguel Román Gutiérrez, que publicó el año pasado la Cineteca Nacional y la Universidad Autónoma de Zacatecas y que reúne colaboraciones de lujo sobre el histórico rol del presidencialismo en el cine mexicano.

El libro completo está en venta en Impronta Casa Editora: https://impronta.spincommerce.com/products/a-la-sombra-de-los-caudillos-de-alvaro-a-fernandez-y-angel-roman-gutierrez (hay también gestiones para traer ejemplares a Tijuana) y mi artículo puede leerse acá: https://www.academia.edu/45013505/Del_PRI_al_PAN_y_viceversa_Estrategias_para_entrar_y_salir_de_Colosio_El_asesinato

Pandemia, migración
y la frontera-gatopardo


 

Hoy hace un año, Estados Unidos vetó en su frontera terrestre con México los "viajes no esenciales" como medida contra la pandemia, que continúa con la administración de Biden.

 

Días antes, uno de mis últimos cruces a San Diego fue para participar en una conferencia sobre frontera y tecnología organizada por la UCSD (https://edgelandtech.ucsd.edu/schedule). Tuve una breve intervención en la mesa redonda que cerró el primer día de actividades, donde hablé de la frontera como una paradigmática tecnología de control y vigilancia, la necesidad de abordar la socialización de los medios de programación, y las formas de asimetrías (pero también escenarios compartidos) entre Tijuana y San Diego como punto de partida para pensar las "edgelands" (min. 13: https://www.facebook.com/watch/live/?v=178625920251784).

 

Esta semana, México comenzó las restricciones a los viajes no esenciales en sus fronteras terrestres norte y sur "para prevenir la propagación del Covid-19". Un año tarde, luego de la crítica ola de invierno, con mayor capacidad hospitalaria y conocimiento médico, además de las campañas de vacunación ya en curso, la medida pareciera desmedida y fuera de tiempo. Pero, como ha sugerido Juan Antonio, no debemos descartar que se dé como intercambio político con Biden, para contener la migración centroamericana (con el pretexto pandémico) a cambio de las vacunas enviadas por su gobierno a México. No sería la primera vez que la 4T toma a los migrantes como moneda de cambio con Estados Unidos. Y además vemos, una vez más, que las políticas migratorias y fronterizas de republicanos y demócratas son indistinguibles, con meros ajustes en los pretextos y discursos (recuérdese el rebautismo del "kids in cages" por "migrant facility for children" que sugirió la actual administración en una rueda de prensa hace unas semanas). Así, tras la pandemia y las sucesiones partidistas, la frontera-gatopardo cambia para que todo siga igual.