Fuimos acusados de estar explotando una realidad que no existía y de que éramos instrumentos de nuestras casas editoras. Digo, la realidad es tan apabullante que los que pensaban esto se han dado cuenta que estaban en un error. Simplemente había una serie de eventos que incitaban a contarlos, y fue lo que hicimos.
La entrevista completa, aquí, pp. 46-49.