Fue Deleuze y/o Guattari y/o ambos y/o ninguno el que dijo que

"leer un texto [en el sentido amplio de la palabra, es decir: un libro, una película, una canción, una pintura; pero también, por qué no, un sujeto, una época, un personaje histórico, una ciudad...] nunca es un ejercicio altamente textual en busca de los significados [old school hermeneutics], y todavía menos un ejercicio altamente textual en busca de un significante [bye bye, Lacan y su point de capiton], es un uso productivo de la máquina literaria [creación de sentidos], un montaje de máquinas deseantes [el inconsciente, el amplio inconsciente, también, mete de su cuchara], ejercicio esquizoide que desgaja del texto su potencia revolucionaria [fortaleciendo las fulminantes líneas de fuga]"

Deleuze-Guattari, El anti-Edipo.
[los corchetes son míos y/o tuyos y/o de nadie y/o...].